La innovación es esencial para el éxito y la supervivencia de una organización en un entorno de cambios constantes.
En un entorno cada vez más competitivo, la innovación es clave para el crecimiento y la supervivencia de una organización. Innovar significa introducir nuevos productos, servicios, procesos, modelos de negocio o mejoras significativas en los existentes, con el objetivo de crear valor para la empresa y sus clientes.
Pero, ¿Todas pueden ser innovadoras? ¿Cómo poner estas ideas en práctica? Esteban Lypynskyj, gerente de Proyectos e Innovación de Mirgor, sostiene que la táctica fundamental para fomentar la innovación es crear un ambiente en el que todas las ideas sean bienvenidas, y se fomente el desafío al statu quo. Además, destaca la importancia de eliminar los prejuicios y cultivar una fuerte resiliencia al fracaso.
Adicionalmente, todo el trabajo de la cultura innovadora debe estar alineado con la compañía, para llegar a un resultado satisfactorio. En una empresa con una cultura innovadora, los empleados están motivados y comprometidos con la resolución de problemas y la mejora continua.
La cultura empresarial se enfoca en la colaboración, la comunicación abierta y el reconocimiento del mérito. También se valora el aprendizaje constante y el desarrollo de habilidades. “Es importante cuestionar los preconceptos y aceptar que el fracaso es parte natural del proceso, ya que no todas las ideas llegarán a su máximo potencial”, dice Lypynskyj.
Todas las ideas son bienvenidas
En Mirgor hay un área dedicada a recibir y evaluar propuestas. ““Buscamos promover la creación de ideas. La generación de postulados y opiniones que se reciben desde equipos multidisciplinarios son las que mayor valor aportan al desarrollo de I+D”, explica.
La compañía también utiliza métodos de análisis para evaluar el impacto que la innovación tendrá en el mercado o en su operación, y posteriormente las desarrolla mediante talleres y otras técnicas.
Pero más allá de que las empresas con una cultura innovadora son más propensas a generar ideas originales y soluciones creativas, también hay se enfrentan a retos que deberán sortear. Lypynskyj cuenta que “en este último tiempo, nos encontramos con diversos desafíos que nos demostraron la necesidad de innovar. En términos generales, la innovación consistió en estudiar y modificar productos existentes para lograr arribar al mismo resultado, pero de una manera diferente”.
Tres claves para innovar
Otro aspecto que también pone a prueba si la innovación está arraigada dentro de la cultura de la compañía está asociado con uno de los aspectos críticos de estos tiempos: Atraer y retener talentos. Los empleados que disfrutan de un ambiente de trabajo creativo y estimulante son más propensos a sentirse comprometidos con su trabajo ya permanecer en la empresa a largo plazo.
La auténtica innovación va más allá de simplemente actualizar la tecnología, implica reflexiones profundas y audaces. Por ejemplo, ¿qué sucedería si ciertos procesos no fueran necesarios? ¿O si se adoptara un enfoque inédito para resolver un problema? De acuerdo a las palabras de Lypynskyj, para ser innovadores, es esencial que una organización tenga en cuenta tres factores clave: crear un ambiente adecuado para el surgimiento y seguimiento de ideas, desarrollar una gran capacidad de resiliencia frente al fracaso y haber pasado por un proceso de innovación que haya arrojado algún tipo de resultado, aunque sea pequeño”.
En definitiva, la clave es entender que todo proceso innovador puede fallar pero que, sin animarse a dar el primer paso, no es posible iniciar este pilar fundamental del futuro de las compañías que se llama innovación.