En las grandes urbes los paradigmas de vivienda, espacio público y movilidad adquirieron nuevos significados. ¿Cómo impactará la tecnología en las ciudades del futuro?
Sin dudas la manera de habitar las ciudades y las políticas urbanas en todo el mundo se vieron impactadas por la pandemia de COVID-19 aunque no todas se adaptan al mismo ritmo a las nuevas demandas y necesidades de su población. La necesidad de desarrollar planes de emergencia puso a prueba a los gobiernos locales y adaptar su infraestructura y servicios para satisfacer las necesidades de sus habitantes durante la pandemia.
Ahora aspectos como la planificación urbana y el diseño de ciudades saludables, que promueven la actividad física, la accesibilidad a espacios verdes y la calidad del aire, tienen otro significado.
Para Fernando Bercovich, sociólogo especializado en políticas urbanas y Gerente de Estudios Económicos en ARBA (Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires), “si nos concentramos en los tres grande paradigmas de cómo pensar una ciudad que son vivienda, espacio público, y movilidad, la pandemia trastocó nuestra forma de ver las cosas”.
Durante el podcast Construyendo el Futuro, un espacio pensado por Grupo Mirgor para construir diálogo sobre distintos aspectos que hacen a su negocio, sostuvo que “si bien hay gente pensando en nuevos modos de habitar la ciudad, todavía falta mucho”.
Entre las trabas para que el concepto de ciudad tal como se conoce hoy evolucione, señaló que “todavía están muy presentes ciertos paradigmas en el sentido común que ponen en el centro la movilidad en el auto particular, algo que no tiene la perspectiva de derecho humano sobre cómo habitar una ciudad”.
Luego de la pandemia, en las grandes urbes los ciudadanos pusieron bajo la lupa aspectos como la salud pública, el déficit habitacional, la movilidad y cuestiones de infraestructura que satisfagan esas necesidades. Sin embargo, Bercovich apuntó que “tener acceso a una vivienda digna es un derecho consagrado en la Constitución Nacional, al igual que gozar de Salud y Educación pública, pero eso todavía no está instalado como prioridad en el sentido común de la gente”.
¿Cómo serán las ciudades del futuro?
En este contexto, es válido preguntarse cómo serán las áreas urbanas en las próximas décadas, en términos de su diseño, funcionalidad y calidad de vida de sus habitantes. En general, se espera que las ciudades del futuro estén mejor preparadas para enfrentar y recuperarse de los desastres naturales, crisis económicas, conflictos sociales y otros eventos adversos. Y al mismo tiempo, que sean más sostenibles, inteligentes, innovadoras, inclusivas y resilientes que las ciudades actuales.
La convocatoria de Grupo Mirgor a Bercovich tuvo que ver también con reflexionar en términos de sostenibilidad sobre las ciudades del futuro. Se espera que sean más amigables con el medio ambiente, utilizando tecnologías y prácticas que reduzcan su huella de carbono y promoviendo el uso de energías renovables. También se espera que sean más eficientes en el uso de los recursos, como el agua y la energía, y que estén para reducir la congestión del tráfico y las emisiones contaminantes.
Para Bercovich, la clave está en la aplicación de tecnologías a la gestión de distintas problemáticas urbanas. Reflexionar sobre la ciudad del futuro implica considerar ciertos paradigmas que se han abandonado, tales como el disfrute del espacio público y la reducción del tránsito vehicular en los centros urbanos, y darle más espacio a las personas de a pie.
¿Cómo cambiaron las ciudades después de la pandemia?
En las grandes urbes los paradigmas de vivienda, espacio público y movilidad adquirieron nuevos significados. ¿Cómo impactará la tecnología en las ciudades del futuro? Sin dudas la manera de habitar las ciudades y las políticas urbanas en todo el mundo se vieron impactadas por la pandemia de COVID-19 aunque no todas se adaptan al mismo ritmo a las nuevas demandas y necesidades de su población. La necesidad de desarrollar planes de emergencia puso a prueba a los gobiernos locales y adaptar su infraestructura y servicios para satisfacer las necesidades de sus habitantes durante la pandemia.
Ahora aspectos como la planificación urbana y el diseño de ciudades saludables, que promueven la actividad física, la accesibilidad a espacios verdes y la calidad del aire, tienen otro significado.
Para Fernando Bercovich, sociólogo especializado en políticas urbanas y Gerente de Estudios Económicos en ARBA (Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires), “si nos concentramos en los tres grande paradigmas de cómo pensar una ciudad que son vivienda, espacio público, y movilidad, la pandemia trastocó nuestra forma de ver las cosas”.
Durante el podcast Construyendo el Futuro, un espacio pensado por Grupo Mirgor para construir diálogo sobre distintos aspectos que hacen a su negocio, sostuvo que “si bien hay gente pensando en nuevos modos de habitar la ciudad, todavía falta mucho”.
Entre las trabas para que el concepto de ciudad tal como se conoce hoy evolucione, señaló que “todavía están muy presentes ciertos paradigmas en el sentido común que ponen en el centro la movilidad en el auto particular, algo que no tiene la perspectiva de derecho humano sobre cómo habitar una ciudad”.
Luego de la pandemia, en las grandes urbes los ciudadanos pusieron bajo la lupa aspectos como la salud pública, el déficit habitacional, la movilidad y cuestiones de infraestructura que satisfagan esas necesidades. Sin embargo, Bercovich apuntó que “tener acceso a una vivienda digna es un derecho consagrado en la Constitución Nacional, al igual que gozar de Salud y Educación pública, pero eso todavía no está instalado como prioridad en el sentido común de la gente”.
¿Cómo serán las ciudades del futuro?
En este contexto, es válido preguntarse cómo serán las áreas urbanas en las próximas décadas, en términos de su diseño, funcionalidad y calidad de vida de sus habitantes. En general, se espera que las ciudades del futuro estén mejor preparadas para enfrentar y recuperarse de los desastres naturales, crisis económicas, conflictos sociales y otros eventos adversos. Y al mismo tiempo, que sean más sostenibles, inteligentes, innovadoras, inclusivas y resilientes que las ciudades actuales.
La convocatoria de Grupo Mirgor a Bercovich tuvo que ver también con reflexionar en términos de sostenibilidad sobre las ciudades del futuro. Se espera que sean más amigables con el medio ambiente, utilizando tecnologías y prácticas que reduzcan su huella de carbono y promoviendo el uso de energías renovables. También se espera que sean más eficientes en el uso de los recursos, como el agua y la energía, y que estén para reducir la congestión del tráfico y las emisiones contaminantes.
Para Bercovich, la clave está en la aplicación de tecnologías a la gestión de distintas problemáticas urbanas. Reflexionar sobre la ciudad del futuro implica considerar ciertos paradigmas que se han abandonado, tales como el disfrute del espacio público y la reducción del tránsito vehicular en los centros urbanos, y darle más espacio a las personas de a pie.